Juan Carlos Esteban: Era Gardel pero, al mismo tiempo, eran Ventarrón, El pobre punga, Milonguita, El que atrasó el reloj, el torturado personaje de Confesión y tantos otros. Para cada uno tenía reservado el tono elogioso, el castigo, la compasión, la ternura. Su inflexión, la impostación de su voz, los matices, la riqueza cromática no eran siempre iguales. Eran distintas y cambiantes, para cada uno de sus personajes.Artículo subido el 10/08/20