Alberto Bono, ese duende de tango argentino y pincel rosarino

Un duende que supo habitar la noche de La Coruña, donde su bandoneón evocador produjo morriña a más de uno… y estoy hablando de gallegos con vida hecha en Argentina. Lo conocí en España… porque Buenos Aires lo atrajo a su fanal y allí bebió de la noche porteña, cuando yo empezaba mi vuelo de zorzal en la radio rosarina .
Para mí siempre ha sido Alberto… en Rosario lo hubiera llamado “El Flaco”. Siempre me ha impresionado que pudiera expresarse tan bien con dos técnicas distantes y complejas, el arte pictórico y ese bandoneón de tan difícil ejecución… creo que su secreto era simplemente el tango, el querido tango argentino que, como en el poema de Borges, “El Ajedrez”, mueve la mano que mueve el trebejo. Una pasión que le venía de adentro…
Están casi siendo las horas de esa noche larga del 20 de octubre de 2010. Algo me decía que la estaría pasando mal porque habían amainado los emails y no nos llamábamos desde hacía días. Recuerdo que, cuando murió Miguel Montero, estaba atravesando la Plaza Sarmiento de Rosario… me enteré por la radio de un lustrabotas…pleno día luminoso en la Cuna de la Bandera… para mí se hizo la noche.
Con Alberto Bono me ha pasado igual… una hermosa mañana otoñal madrileña y el sol no salió.
En 2010 estaba en la Revista Raíz Argentina. Allá por junio planeamos juntos lo que sería una gira suya por España con el quinteto o un trío y cantor, con una particularidad… pondríamos el caballete con un cuadro a medio desarrollar en el escenario y le daría los toques finales ante el público, para quienes se montaría una exposición en los laterales. En julio 2010 se publico el reportaje, en setiembre tenía que venir… hasta noviembre tal vez… la gira se quedó en los sueños que tejimos en largas charlas telefónicas, que me hacían muy bien… su entusiasmo le levantaba el ánimo a cualquiera.
Este rosarino en las sierras madrileñas les dice a los muchachos del barrio Casiano Casas, a las barras de cafés que lo tenían conchabado allí, al amigo que me regaló, José Alberto “Buqui” Vatalaro… a todos los que lo conocieron aquí, allá y acullá… a Jorge Gil Morabes , cineasta argentino, que le abrió su casa de La Coruña… que esos cuadros y estos tangos templados desde su corazón enorme, siguen latiendo, le dan la gracia de una presencia que sólo consiguen algunos artistas… no es “grandes” la palabra, es “profundos”.
Querido Alberto, por si no te las di a tiempo… muchas gracias por la mano que me has echado, por ese fuerte empujón cuando iniciamos esta aventura en Internet y por tu presencia en mis programas “Yosoytango”, allá por el 2003, cuando eras un gallego de toda la vida… y yo un madrileño, pero que nos pasábamos horas hablando y recordando a Rosario…dale tocate algo, que nunca te hiciste rogar…
Anfiteatro de la ciudad de Rosario, Argentina, Febrero 2010. Alberto Bono y quinteto, cantando Rolando Luque, nos regalaron “El encopado”
El Encopao
Letra: Enrique Dizeo
Música: Osvaldo Pugliese
Me dicen "El Encopao"...
los que no saben lo que me ha pasao
y me ven hecho un cualquiera.
Que digan lo que digan
que ya no me hacen mella!
Me llaman "El Encopao"...
como si el que anda así pierde el honor!...
y no piensan que el que mata
su rabia entre copas
tiene su razón.
Total que le importa a ella
que viva como yo vivo!
Metido siempre en el boliche de esa esquina
que ha dejao de ser tan linda
por su olvido...
Total, que le importa a ella
que viva como yo vivo!
Mareao de caña y de recuerdos, noche y día,
día y noche por su vida
que es mi amor.
Me dicen "El Encopao"...
y no es mentira que voy mal rumbeao.
Todo por una morocha
que me marcó una güeya
de penas y de sombras!
Me llaman "El Encopao"...
pero conmigo naide va a jugar;
porque los hombres se encuentran,
y entonces, cara a cara,
hay que corajear...
Eduardo Aldiser
Argentina al Mundo recordando a las grandes figuras del tango argentino